Puede parecer que la piel de invierno necesita horas de amor todos los días sólo para lucir normal; olvídate de todas las demás condiciones que pueden causarte pánico (arrugas, granos, sequedad, manchas de la edad, etc.). Pero a veces, menos es más, incluso cuando se trata de tu rutina de cuidado de la piel en invierno .
Si estás empezando a sentir que tu piel está sin humedad, no temas. No es necesario que te levantes una hora más antes solo para rociarte e hidratarte. Solo necesita cambiar sus productos para el cuidado de la piel y tal vez agregar uno o dos pasos a su rutina de cuidado de la piel, al menos hasta que el clima se caliente.
- Lávate la cara: ya estás haciendo esto (con suerte), ¿verdad? Bueno, en los meses de invierno, intenta cambiar a un limpiador para la piel más rico en humedad. Esto significa algo más cremoso para no resecar aún más la piel.
- Exfoliar: si crees que solo necesitas hacer esto en verano, aquí tienes un paso que quizás te estés perdiendo. La exfoliación ayuda a eliminar las células muertas de la piel, que pueden acumularse con la sequedad común en los meses de invierno. Algunas veces a la semana añade un exfoliante con ácido de frutas a tu rutina o utiliza un producto exfoliante suave.
- Tono: si te saltas este paso con regularidad, querrás asegurarte de agregarlo ahora. Los tónicos ayudan a preparar la piel para una hidratación profunda, y esto es algo que tu piel seca y sedienta quiere ahora mismo. Utilice un tónico ligero con ingredientes hidratantes como aceite de coco o de jojoba.
- Suero: Piense en los sueros como el hijo del amor de los tónicos y humectantes. No es exactamente lo uno ni lo otro, sino ese punto intermedio: los sueros son el alma de una piel sana. Proporcionan a la piel ingredientes héroes ricos en nutrientes que te ayudan a tener una piel sana y feliz. ¿Por lo menos? Aportan más humedad.
- Hidratar: ahora es el momento de profundizar en esa tina cremosa de bondad y untar los humectantes ricos y emolientes. Las cremas son mejores en esta época del año, quieres algo espeso y rico que se sienta tan agradable en tu piel. Aplica una capa espesa (¡pero no demasiado espesa!) y deja que se hunda en tu cara y cuello. ¡Sigue con una crema hidratante para los ojos y un buen descanso nocturno para una piel hermosa!